Los elementos del paradigma de índices pronominales clíticos son enclíticos. Así, se combinan fonològicamente con lo que sea que los preceda. Así ocurre con el clítico de primera persona singular in en los ejemplos siguientes:

E1. tin wotoch (Loc-Pos.1.Sg hogar) en mi casa

E2. tin hats'ah (Pas-Suj.1.Sg golpear-CMPL) lo golpeé

Cabe notar que

Eso significa que en ese caso, la fonología no corresponde a la gramática (y al sentido), sino engaña sobre la relación gramatical (y semántica).

En el caso de los ejemplos arriba, la combinación está totalmente fija (porque los elementos que preceden el índice pronominal clítico son también clíticos). En esos casos, la ortografía trata el clítico como un sufijo de su portador (o bien, trata el primer clítico como un prefijo del segundo). Sin embargo, en general, la ortografía trata los clíticos como palabras.

El E1 muestra la combinación de la preposición ti' con un índice pronominal clítico. En úna constelación, se reduce también este último: La combinación ti' k [X]N, donde X empieza con consonante, resulta en t X. P.ej.: t lu'm a nuestra tierra.

El E2 arriba muestra la combinación de un auxiliar con un clítico de sujeto. Visto que el auxiliar siempre ocupa la posición inmediatamente precedente al clítico, esas combinaciones se fijan (aunque no forman ningun sintagma gramatical). Así se dan combinaciones usuales de auxiliar con clítico. Muchas de esas son morfològicamente muy irregulares. Ellas son el objeto de otra sección.

Ya que el clítico forma una palabra fonológica con la palabra precedente (como si fuera un sufjo), puede ocurrir una resilabicación (cambio de división silábica). Así, en tumben un maskab es nuevo su machete, las sílabas son /tum.be.nu.mas.kab/ (cf. Bruce S. 1968:37 para el caso idéntico del lacandón).