Visto que la posesión es una relación directa entre un poseedor X y un poseído Y, se puede predicarla de dos maneras:

  1. Tomándose X como topical, se le atribuye posesión de Y; o sea, se dice algo como “X tiene un Y”. Esta es la atribución de posesión.
  2. Tomándose Y como topical, se le atribuye su relación a X; o sea, se dice algo como “Y pertenece a X”. Esta es la predicación de pertenencia.