El hablante o escritor empieza por una idea que quiere expresar. La idea abarca conceptos y relaciones entre ellos. Su expresión lingüística involucra un conjunto de operaciones. En el nivel mas general, todas esas operaciones cumplen funciones de cognición y comunicación. La tarea del hablante es, pues:

Esta parte de la gramática está, pues, organizada según dominios funcionales. La tabla que sigue enumera los dominios que se describen en esta gramática.

Dominios funcionales del lenguaje
dominio funcionalsubdominios importantes
aprehensión y nominación sistemas de categorización, tipos de conceptos, individuación de objetos
modificación de concepto atribución, aposición
referencia determinación (incl. deixis), fora
posesión posesión en la referencia, predicación posesiva, posesión y participación
construcción del espacio puntos de referencia, relaciones locales, regiones espaciales, propriedades espaciales y figurales de objetos
cuantificación cuantificación en la referencia / en la predicación
predicación existencia/estado, caracterización
participación control y afecto, papeles de participante centrales y periféricos
delimitación de situaciones tipos de situación, aspectualidad, caracteres verbales y modos de acción
orientación temporal tiempo absoluto, relación temporal
contraste, comparación, graduación negación, comparación, graduación, intensificación
nexión reproducción de habla, oraciones de contenido, relaciones interproposicionales
estructura informacional dinamismo comunicativo, estructura del discurso
ilocución y modalidad afirmación, pregunta, exclamación, pedido y comando, exhortación, obligación, volición, posibilidad, evidencialidad, modalización

Dentro de un dominio funcional, se reune un conjunto de conceptos y operaciones funcionales y se explica como se convierten en construcciones. Esas construcciones remeten a la gramática semasiológica, donde se encuentran sistematizadas.

El color de las expresiones y sus estructuras es azul cielo. La transición de azul cielo a amarillo simboliza el procedimiento onomasiológico, o sea, la transición del significado a su expresión.