El oyente o lector enfrenta un texto o una expresión que oye o lee y quiere entenderla. Esa expresión abarca elementos significativos en representación fonética u ortográfica. Su estructuración lingüística se da en forma de construcciones. Cada construcción involucra un conjunto de procesos estructurales. En el nivel mas general, todos esos procesos producen relaciones formales. La tarea del oyente es, pues:

Esta parte de la gramática está, pues, organizada según construcciones y sus relaciones. Cada una de ellas está provista de una explicación de su función o significado. Esas funciones y significados remeten a la gramática onomasiológica, donde se encuentran sistematizadas.

El color de las expresiones y sus estructuras es amarillo. La transición de amarillo a azul simboliza el procedimiento semasiológico, o sea, la transición de la expresión a su significado.